Grupo Betania

Con 30 edificios terminados y más de 2.000 unidades entregadas, Grupo Betania tiene una sólida reputación en el mercado inmobiliario. De hecho, nunca se van del todo de las obras que desarrollan: administran los edificios que terminan como forma de darle mayor valor agregado a sus clientes. Partiendo de ese pasado, el presente y el futuro de sus desarrollos entró en un cambio de ritmo: tienen 900 unidades en algún grado de construcción y tres grandes frentes de trabajo.

uena gente. Eso es lo que uno escucha y palpa cuando se acerca a los Martínez, la familia detrás de Grupo Betania. Esa corrección a la hora de hacer negocios y edificios los fue afianzando en el mercado y hoy son una de las desarrollistas más activas en la ciudad, con tres principales focos de trabajo donde concentran unos 67.000 m2.

• Greenpark, en Valle Escondido, un formato estilo casonas planificado en tres etapas. Con un total de 156 departamentos de 2 y 3 dormitorios, están sobre la primera etapa que incluye 8.500 m2 de viviendas y otros 4.000 m2 de amenidades.
• Betania Plaza, un edificio de 21.000 m2 que incluirá 260 departamentos, locales comerciales y cocheras en la ex Villa Richardson. Contando con acceso por las avenidas Ambrosio Olmos, Vélez Sársfield y la calle Santiago Temple.
• Nazareno XV, “la frutilla de la torta”, como les gusta llamarla: 8.500 m2 sobre Estada (entre Independencia y Buenos Aires), un terreno a dos cuadras de la Plaza España.

La unidad de negocios vinculada al desarrollo (compra del terreno, proyecto, construcción y venta) es obviamente la más grande de Grupo Betania, pero no menos importante es la unidad que se dedica a la administración de los edificios que hicieron, desde el primero que terminaron hace 25 años. “Cuidamos que no se desvalorice la propiedad que compraron nuestros clientes -explica César Martínez, el patriarca de la organización-; es mucho trabajo y muy poco rentable, pero es una decisión estratégica”.

Aunque tienen abiertos sus productos también a inmobiliarias, el 70% de las operaciones son propias.

Amanece en el mercado
César Martínez está optimista. “Creemos que el 2018 va a ser un año de muchísima actividad: ya lo están reflejando los primeros números. El stock de departamentos que medimos en la Ceduc cayó 27% desde enero del 2017 a este enero. Después de años de pocas ventas, la cosa mejora y -sumado a eso- algunos desarrollistas dejaron de producir y los que no sabemos hacer otra cosa seguimos trabajando. Vamos a estar mucho más atareados. Hay menos oferta y más demanda”, resume.

¿Eso tiene un correlato directo con los créditos hipotecarios?
Para nada. Los créditos hipotecarios hoy existen pero están siendo aplicados únicamente para viviendas usadas y algunos lotes. En Buenos Aires -por ejemplo- se agotó la oferta de unidades usadas: ya no hay nada usado para comprar. Hoy los departamentos en pozos siguen financiandose con los sistemas tradicionales, diseñados por desarrollistas.

¿Los bancos no financian a desarrollistas todavía?
Hay una línea muy bien diseñada en el Banco Macro que estamos muy cerca de suscribir y es -justamente- un híbrido entre la posibilidad de tomar financiamiento a nombre de la empresa (al principio o mientras las ventas no traicionen) y paralelamente otorgar créditos a usuarios finales precancelando el crédito que le dieron antes para la empresa.

Capital propio y mercado de capitales
La prolijidad de los números de Grupo Betania les permitió ser los primeros en emitir ON Pyme en Córdoba y también utilizar el Pagaré Bursátil, como forma de financiar algunos desarrollos.

“Las compras de tierra y el incremento de capacidad operativa requiere mayor capital de trabajo y necesitamos tener siempre canales de financiación abierta, por si hace falta”, explica Rodrigo Martínez, el Presidente Ejecutivo de la empresa.

“Somos una empresa muy conservadora: analizamos todos los riesgos que se puedan presentar en el camino y tomamos todas las previsiones. Estas colocaciones no son muy significativas para nuestro volumen de negocio, pero son un primer ejercicio de acceder al mercado de capitales, un abrir puertas, estar preparados por si hace falta”, explica.

Sabías que…
Los Martínez son una familia de fuertes convicciones religiosas: de hecho, Betania es la ciudad vecina a Jerusalén donde Jesús revivió a Lázaro y muchos de sus edificios llevan el nombre Nazareth.

Contando los edificios terminados (más de 30) y los desarrollos en curso, Grupo Betania tiene unos 160.000 m2 de obras finalizadas y en marcha.

Uno de los fuertes de la empresa es su departamento de costos que sigue mes a mes la evolución de los insumos para estar en el mercado con los valores correctos.

Producción: Lara Biain / Gina Biain
Fotos: Marco Cabral